¿Por qué se debe usar un cobertor de piscinas en invierno?

Las primeras borrascas otoñales comienzan a llegar a la Península Ibérica, y eso es sinónimo inequívoco de que el otoño está empezando. Hace algunas semanas os hablamos de algunos consejos para el mantenimiento de la piscina durante los meses fríos del invierno, y hoy queremos incidir especialmente en uno de esos tips: la utilización de un cobertor.

En primer lugar diremos que la función de un cobertor es tapar la piscina, tanto por seguridad evitando así que puedan caer niños o mascotas al agua) como por higiene (ya que previene la caída de hojas y suciedad al vaso). Además, este bloquea la luz del sol, por lo que se evitará la proliferación de algas. Por tanto el cobertor, junto con unos cuidados básicos de la depuradora y los filtros, nos asegurará el mantenimiento del agua de una temporada a otra.

Por otro lado, el anclaje del cobertor de la piscina es fundamental. Las cubiertas de la piscina contarán con unos agujeros cada 40 centímetros, ahí irán colocadas las gomas tensoras, estas se tensarán en unos amarres que van fijados al suelo (generalmente a la piedra de coronación).

Que el cobertor esté tenso garantizará el éxito de su funcionamiento, ya no solo porque cubrirá todo el perímetro del vaso de forma homogénea, sino porque cuando llueva, la perfecta tensión y los agujeros de los que dispone el cobertor, conseguirán que el agua se filtre hacia la piscina y no se quede estancada en la cubierta. De no filtrarse correctamente, el peso podría llegar a acarrear la rotura del cobertor.

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